Tenía depositadas esperanzas en la cursa de la Mercè, carrera planita en líneas generales (47 metros de desnivel positivo no es nada), ya que había hecho un planning para estar bien para el día D. Pero también sabía, por sensaciones, que no estaba para bajar la marca personal (36:22) ni por asomo. Sí acercarme a los 37 si salía una buena carrera y casi seguro bajar de 38.
Con los compañeros del Ashi Running. Valen, Sònia, Mònica, Paco i Pere
Valentín iba bien, pero llegábamos justitos a la mitad de la carrera, 19:02. Había que repetir en la segunda.
Pero después de pasar por Arc de Triomf me lo quedo mirando y lo veo sufriendo. Le pregunto y me dice que tire.Y eso hago.
Me encuentro muy bien, casi diría que sobrado, pero el km 6 ya no había salido muy fino (por encima de 3:50). A partir del 7 aprieto con la idea de mantener el ritmo vivo hasta el 9 (Paral·lel, que cuando llevas 9km sube bastante). Así pues, me mantengo por debajo de 3:45 hasta el 8 y aprieto los dientes entre el 8 y el 9. ¿Resultado? Ese último km me sale a menos de 3:30 (según el Garmin, 3:24) y no paro de avanzar a gente. Es muy gratificante encontrarte bien de forma y superar a rivales que han medido mal sus fuerzas. No sé a cuántos pasé, porque no está contabilizado el paso por el km 5, pero fueron muchos.
En la recta final. Foto de Mundo Deportivo
El resto del equipo fue más o menos bien, Sílvia, 42:15, 12a de la general!!!, pero según ella no estaba fina, y ya había corrido en Poble Nou la semana pasada, Sònia y Paco fueron juntos y bajaron de 46, y Sònia fue, curiosamente, la número 46 de la general y Pere y Mònica, de 47:24 (Mònica, 82 de la general), pese a que a todos nos salió un pelín larga (a mí, 220 metros).