Dicen que los polos opuestos se atraen porque si no, ¿qué tienen en común una cursa popular de 5 kilómetros con más de 1.000 personas, de asfalto, y una tirada larga por montaña de 27 km y más de 1.000 metros de desnivel positivo? Es evidente que la respuesta es yo mismo.
El sábado cursa popular de Les Santes, uno de los últimos actos de la Festa Major de mi pueblo (bueno, llamar pueblo a una ciudad de más de 120.000 personas tiene delito, pero...).
El domingo mis compañeros del Ashi Running Ernest y Enric, que se preparan para la ultra de Cavalls del Vent (84,84km, más de 6.000 metros de desnivel positivo...) prepararon con un amigo, Román, una salida por la zona de la Ametlla del Vallès y La Garriga. Del equipo nos apuntamos Roman, y un servidor. Fue una gozada, cansado, pero muy interesante. 27 kilómetros por todo tipo de terrenos (pistas, trialeras, piedras, arena...) con un desnivel positivo de un poco más de 1.000 metros.
Ver subir a Roman, nuestra "locomotora suiza" con esa facilidad, el tío parece que levita y se pone a ritmo en un momento. Ernest está a tope y bajaba con una fuerza. Quería hacer más, pero Román, nuestro fantástico guía, le paró los pies (menos mal, yo ya iba justito!). Enric iba a cola de grupo, pero siempre estaba allí y en pocos segundos nos reagrupábamos.
En resumen, un fin de semana diferente, de extremos, de cosas que me han gustado. Incluso me estoy pensando la participación en una carrera de montaña en septiembre. Lo tengo que consultar con la almohada.
El sábado cursa popular de Les Santes, uno de los últimos actos de la Festa Major de mi pueblo (bueno, llamar pueblo a una ciudad de más de 120.000 personas tiene delito, pero...).
Con Rafa y mis dos sobrinos
Me lo pasé muy bien con Rafa, con quien fui hasta el kilómetro 3 más o menos. A mis dos sobrinos los vi sólo antes de la salida. Luego, no. Al final hice 20:13, pero como tenía 5,3km me quedó una media de 3:46. Era una carrea con un poco menos de dos kilómetros de bajada, otros tantos de subida, y el resto, más o menos recto. No hay ni clasificación ni tiempo oficial. Sí había agua, fruta y un diploma rellenado en el mismo momento de la llegada...
Pedazo de paisaje por los Cingles de Bertí
La expedición a excepción de Ernest, el fotógrafo