Mi vuelta a las carreras ha sido en una prueba muy especial. Nunca había corrido de noche por la montaña, nunca lo había hecho con frontal (me lo compré ex profeso) y nunca me había encontrado con un perfil de montaña al revés de lo habitual (empieza arriba y acaba en subida).
Como experiencia, la encuentro muy interesante y, además, recomendable. La salida es en el Parque de Atracciones del Tibidabo. Para evitar aglomeraciones de tráfico, la organización preparó autobuses lanzadera desde la estación de ferrocarriles de la Avinguda Tibidabo. La idea es buena, pero cuando por diferentes razones (como fue mi caso) vas con el tiempo justo, sufres más de la cuenta. Salía desde el primer cajón y, como iba cambiado, bajar del bus, calentar corriendo hasta la salida y empezar la "cursa" fue todo uno.
Empezaba bajando, y mucho. El espacio era reducido y no fue fácil hacerse con un lugar en el "pelotón". Además, después de ese primer kilómetro rápido, tocaba un "corriol", un paso estrecho donde la acumulación de participantes era excesiva. Se tiene que añadir que, seguramente, era el único lugar "peligroso" del recorrido, con algun trozo de piedras y raíces de dificultad media.
Luego todo mejoraba y después de dos quilómetros, más o menos, se iba directamente a la carretera de les Aigües, lugar conocido por los barceloneses, pero poco habitual para mí. Creo que es la segunda o tercera vez que corro por allí. El tramo era de unos 3 kilómetros hasta llegar al MURO.
Como experiencia, la encuentro muy interesante y, además, recomendable. La salida es en el Parque de Atracciones del Tibidabo. Para evitar aglomeraciones de tráfico, la organización preparó autobuses lanzadera desde la estación de ferrocarriles de la Avinguda Tibidabo. La idea es buena, pero cuando por diferentes razones (como fue mi caso) vas con el tiempo justo, sufres más de la cuenta. Salía desde el primer cajón y, como iba cambiado, bajar del bus, calentar corriendo hasta la salida y empezar la "cursa" fue todo uno.
Empezaba bajando, y mucho. El espacio era reducido y no fue fácil hacerse con un lugar en el "pelotón". Además, después de ese primer kilómetro rápido, tocaba un "corriol", un paso estrecho donde la acumulación de participantes era excesiva. Se tiene que añadir que, seguramente, era el único lugar "peligroso" del recorrido, con algun trozo de piedras y raíces de dificultad media.
Luego todo mejoraba y después de dos quilómetros, más o menos, se iba directamente a la carretera de les Aigües, lugar conocido por los barceloneses, pero poco habitual para mí. Creo que es la segunda o tercera vez que corro por allí. El tramo era de unos 3 kilómetros hasta llegar al MURO.
Recorrido y perfil de la carrera, de la web de la Metropolitan Barcelona Midnight Trail
Al decir MURO creo que se puede definir como tal, ya que no sólo era un subida importante de casi 200 metros en poco más de 1km (o sea, con pendientes cercanas al 20%) sinó que, además, era una parte de asfalto y la otra de escalones. Sólo fui capaz de correr unos metros hasta que miré hacia arriba y vi que todos los que me precedían, subían andando. Hasta el km 7, el ritmo era bueno, me salió en unos 30 minutos. Ese kilómetro lo hice en 10:20...
Después de la dureza excesiva, la cosa tomaba otro cariz, pero tampoco no permitía muchas alegrías. Las bajadas a mí me desmoralizaban, ya que sabía que significaba que luego había que subir un poco más. Acabé pagando más de la cuenta un buen inicio y fui superado por un grupo interesante de corredores que habían dosificado mejor que yo.
El final tuvo un momento "épico" con una llovizna que acabó de sumar la humedad relativa que ya era cercana al 90% y el final en subida con otra rampa complicada hasta la meta. El tiempo final fue de 1h13:18 (a 5:14), dentro del objetivo de menos de 1h15, pero más lejos de lo que yo había inicialmente pensado. Acabé en el lugar 88 de 882 participantes (aquí la clasificación) bastante satisfecho, pero tocado y cansado físicamente.
Es una carrera divertida e interesante, recomendable, pero si se quiere hacer a ritmo, forzando, puede ser dura. El final de fiesta, con un buen refrigerio, tenía preparada música, bebida para el que quisiera quedarse un rato por la zona. Yo había madrugado mucho y me fui al autocar que, desgraciadamente para mi gusto, tardó demasiado en salir. Aun así, buena organización.